Palpitar de sombra

Soy el río que en tu montaña nace. 

Cargo con las mil piedras punzantes

que de sangre tiñen este cauce.

Soy el palpitar de tu sombra.
No abres más tus ojos de madera,

mas despiertas a la ceniza de su tumba. 

De pronto cambias y eres agua,

corres por acequias, irrigas vida 

a las plantas. Das a las serpientes alas

y con mentiras esculpes esperanza. 

Abres en mi frente cicatrices

del cariño que ofreciste. Dejas

que el canto del gorrión sea más triste,

convirtiéndote de estampía en la sombra

del palpitar de mi corazón.