3 de mayo de 2012

La otra


Cambiaste las letras de mi nombre
y besé de noche labios
sin nunca saborearte.

Cambiaste las letras de mi nombre
y navegamos en mis sábanas,
mas nunca te mareaste.

Cambiaste las letras de mi nombre,
o quizá no era yo 
a quien con amor llamaste.

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